jueves, 15 de noviembre de 2012

Megacambio Miami es tragedia para béisbol



Escrito por: Agencias

 Miami.-Un megacambio envió a los dominicanos José Reyes y Emilio Bonifacio junto a los lanzadores Mark Buehrle, Josh Johnson y el receptor John Buck a Toronto por los torpederos cubanos Yunel Escobar y Adeiny Hechavarria junto al jardinero Jake Marisnick, el catcher Jeff Mathis, y los lanzadores Henderson Álvarez, Justin Nicolino y Anthony DeSclafani.

 Esa negociación fue tomada como una conspiración contra la ciudad de Miami, donde están destruyendo el béisbol.

La decisión de Jeffrey Loria y David Samson, el dueño y presidente de los Marlins, los coloca como estafadores que sustrajeron el dinero de Miami. Y convierte sobre todo en cómplice al comisionado Bud Selig, quien está dejando que todo ocurra sin hacer nada.

   Por ahora, en las secuelas de esa negociación nuclear, incluso por los estándares de los Marlins, Samson y Loria se han marcado radiactivo. Para volcar US$181 millones en salario como lo hicieron el martes fue mortificante incluso por las normas .

 Y se trata de dos hombres que durante años mintieron sobre sus finanzas, acerca de sus intenciones, les mintieron a todos al llegar a Miami a construir un estadio de US$634 millones que se suponía iba a poner fin a este ciclo miserable de convertir una franquicia de Grandes Ligas en una reunión de intercambios por los pocos aficionados que iban al estadio.

 Los megacontratos que Loria y Samson les dieron a Reyes y a Buehrle el año pasado tenían la negativa a incluir una cláusula de no cambio, siendo la política de la organización, evidenciando parte del plan que ejecutaron ahora.

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